Caminamos juntas y juntos por una vida libre de violencias, en la ciudad sentipensando con las compañeras indígenas que resisten cuerpo y alma en sus comunidades.
Desde SUNU, donde en nuestros espacios de reflexión iniciamos un camino, el trabajo y la promoción de una vida libre de violencias, acogiendo historias de mujeres en sus comunidades con ¨Voces de Dignidad¨, continuamos hoy con el Circulo de Aprendizajes entre Mujeres Indígenas y no Indígenas, un espacio que apunta a la formación de lideresas indígenas y la promoción de que las compañeras conozcan las leyes nacionales e internacionales y los diversos estamentos jurídicos que protegen a las mujeres indígenas y no indígenas.
En los encuentros las mujeres indígenas resaltaron algunos puntos que es muy necesario que el Estado y la sociedad toda respete:
«Reconocer y respetar nuestro derecho a la autodeterminación. Decían ellas que todos los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales reconozcan el derecho histórico, político, social y cultural, económico, espiritual en sus constituciones y sistemas legales».
«Reconocer y respetar el derecho a nuestros territorios y el derecho al desarrollo de la educación y a la cultura. Detener las violaciones de los derechos humanos y la violencia contra las mujeres indígenas».
«Reconocer y respetar el derecho a nuestra herencia intelectual y cultural y nuestro derecho a controlar las diversidades biológicas de nuestros territorios».
“se debe poner en los materiales, en los libros nuestra historia real, para que las personas nos puedan conocer como indígenas, que sepan que existimos como pueblo indígena, ¿Quiénes son los Mbya dentro de los libros de historia? No hay en la escuela, en la escuela pública solamente dicen en los libros >los guaraníes ERAN, tiempo pasado<«.
“Nosotras somos artesanas y en la comunidad todas las mujeres trabajan porque a todas se les enseñan, tenemos un libro y lo que decía nuestro ¨anciano¨ es que no dejemos de trabajar, como las abuelas y abuelos trabajaban antes, pero ellos ya murieron, pero nosotros tenemos que seguir trabajando como ellos trabajaban antes”.
“Él es el cacique, el presidente de todas las organizaciones, entonces al final terminamos hablando nomas, el participar del espacio debe ser que nosotras también participemos y que nuestra voz debe ser tomada en cuenta no sólo que nos dejen hablar y al final no tienen en cuenta nuestra opinión”.
“En la prostitución, tanto las indígenas como las nos indígenas son engañadas, le dicen “vení para trabajar” después ya le lleva a prostituirse a explotarlas y son discriminadas, les dicen “campesinas hace sí que» «hace sí que si sos pobre” y eso es una forma de discriminación”.
“En las zonas rurales tanto hombres como mujeres que trabajan deben ser remunerados de igual forma, cuando llaman para trabajar a las mujeres se les paga menos. Por ejemplo, a la mujer de le paga 50 mil por día y al hombre se le paga 60 mil por día. Entonces esas cosas se deberían reconocer”.
“El estado debe tomar medidas apropiadas debe interceder por las mujeres en caso que caigamos en esa situación, que podemos solicitar ayuda a ellos, que nos deben ayudar porque a las mujeres no se las puede prostituir fuera de su consentimiento”.
“En cuanto a derechos humanos, ahí vimos el derecho como mujeres, el derecho a estudiar, de tener una profesión porque en su mayoría sólo los hombres son los que tienen acceso al estudio, se suele decir que a las mujeres no hay que hacerles estudiar, las madres mismas dicen eso, porque si le haces estudiar a la mujer va a estudiar y enseguida ya se empareja y se embaraza y el hombre en cambio no, dicen”.
Hoy es importante, caminar, marchar, pensar y desde donde estemos
alzar la voz, por las que están, por las que se fueron y por toda la
generación, en la de búsqueda del camino hacia el buen vivir…
Por eso decimos:
Que nuestros cuerpos también son nuestros territorios, que la soja no solo mata el suelo y contamina el aire, la soja aísla, expulsa y degrada cada vez más el bosque, que es esencial para desarrollar la vida y la cosmovisión de muchas culturas indígenas, que hoy son amedrentadas, desalojadas, despojadas con violencia.
Que la falta de agua, es una violencia, las compañeras caminan kilómetros en busca del líquido vital.
La educación sigue siendo un alto privilegio.
Que nuestras compañeras indígenas son invadidas por anticonceptivos sin informaciones válidas para que comprendan una medicina ajena a sus culturas.
Que sus jeguas (accesorios utilizados), y elementos para hacer fiestas, bailes y oraciones para expresar su espiritualidad sean respetadas y reconocidas, que ningún credo ajeno a su cultura invada con violencia.
Que la interculturalidad se dé con RE-conocimiento y el respeto, teniendo en cuenta que en este mundo, existen otros mundos, en resistencia, en la lucha por la VIDA.